Lo que provocas en mí (Copyright by Erick de Jesús)

Lo que provocas en mí no es más que confusión,
un negro abismo sin fondo, sin luz, sin razón,
hundido en la nada voy llorando ninguna traición,
las horas frustradas que paso sólo en mi habitación.

No quiero poner un alto a todo esto que por ti siento,
no quiero que a mis sueños los arrastre lo frió del viento,
no quiero ahorcar este amor con la cuerda del lamento,
quiero sentir lo que siento estando tú conmigo aquí adentro.

Quiero ser yo el único que decide estando conmigo,
si me equivoco ser yo quien me de por entendido,
que mis gritos alcancen el cielo en el mar fundido
si amaneces tú hoy o no estando durmiendo conmigo.

Lo que provocas es mi es un abismo de hipocresías,
risas falsas disfrazadas de falso placer o de envidia,
un “te amo” sincero cansado de ser gritado al oído,
un rose de piel que ya no enciende el deseo dormido.

Y quiero que me provoques lo que siempre he querido,
ganas de ti, de sentir, de que en las noches calmes mi frío,
de que estemos solos tú y yo sin más nadie perdidos,
a la sombra de un árbol o en el desierto pero sólo contigo.

Que me lleves con un beso a culminar lo prohibido,
que me dejes con ganas de ti y sentir que estoy vivo,
asfixiar a la envidia, dejar lo que dicen de ti en el olvido,
matar todas las dudas quedarme solamente contigo.

Quiero que me provoques sed de tus besos hambre de tu cuerpo,
el deseo de recorrer juntos esos cálidos volcanes perversos,
y así fundidos entre el sabor ingenuo del vino de nuestros sexos,
morir con razón, sin miedo, sintiendo el calor de tus tibios besos.